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lunes, 23 de junio de 2008

Autobiografía del inconsciente (Oscar Hahn)

I.

Ya no sientes las mordeduras
que me hicieron las gárgolas en el pie

Podría caminar toda la noche en medio de las tinieblas
y llegar al Altar Mayor antes del alba
antes de que cante el gallo

Yo no conozco a los que apagaron las velas
Yo no conozco a los que escondieron los fósforos

pero avanzo de oscuridad en oscuridad
acosado por los hocicos de las quimeras

Y descubro un camino que me conduce hacia adentro
hacia el claro del inconsciente

que ahora se torna oscuro sin principio ni fin

un círculo vicioso nada más es el centro
de este espacio que nunca puedo abandonar

sino para salir a otro sueño a otro sueño
Tendido en un diván veo a un hombre

con barba negra que me hace preguntas
y le pido que me alcance la mano

para salir del pozo que me lance una cuerda
hacia abajo y me dice ata los cabos sueltos

y tendrás una soga para subir a la vigilia
cuidado con amarrártela en el cuello hijo

cierra los ojos olvídate del mundo concéntrate en el sitio
donde el espacio de la mente y el espacio del cielo se juntan

se juntan y se abren a dimensiones inconmensurables
no hay adentro ni afuera hay algo que no tiene nombre

primero una oscuridad atravesada de resplandores
la mente que se ensancha y se superpone al firmamento



II

Todas las noches saco a pasear a mi inconsciente
Sucede que se ahoga que no respira bien

Tiene unas pesadillas horribles
Sueña con Frankenstein con Drácula con la Momia

Pero apenas ve el sol se pone a chillar como un cerdo
y quiere regresar a mi cuerpo otra vez

Mi inconsciente le ladra a los gatos
y a los perros que se le ponen por delante

Y sobre todo a las hormigas las minuciosas hormigas

Hoy día mi inconsciente se fue de paseo a la playa
y se tendió frente al mar con su traje de los años veinte

Recuerda un reloj devorado por las hormigas
recuerda pelos en la palma de la mano

Los deshollinadores quieren entrar en mi inconsciente
matarme las hormigas limpiarme los pelos

sacar el hollín que se acumula
desde que estamos en el vientre materno

Pero sin hollín mi inconsciente no es nadie
Es un hoyo en el vacío un esqueleto sin huesos

No me toques el hollín oye
Mi inconsciente es una iglesia en llamas

con sus curas sus beatas y el altar
que es una cama donde arden como locos

jueves, 19 de junio de 2008

Pena de muerte (OSCAR HAHN)

Lo peor es despertarse en la mañana
pensando que ahora nada puede ser igual
y hay que levantarse y ducharse
y preparar el café como siempre
y partir al trabajo como siemprec
omo si no hubiera pasado nada
aunque ha pasado todo
pasó se acabó llegó a su fin
“es mejor así”
y caminas por la calle como un sonámbulo
chocando con los transeúntes
con los vendedores de diarios
y te sientas en un banco de piedra
sin saber si estás vivo o muerto
da lo mismo
porque la muerte también puede ser
una mesa en un bar dos martinis secos
y un par de labios rojos
pronunciando palabras
que caen como guillotinas

Esperando tu email (OSCAR HAHN)

Abrir mi correo
en el computador
esperando encontrar
un email tuyo
y no encontrarlo
abrirlo cada día
cada hora
cada minuto
y no encontrarlo
y tener miedo
de mirar mi correo
y pasar los ojos
por cada mensajebuscando el tuyo
y no encontrarlo
y estar a punto
de romper la pantalla
de un puñetazo
y no encontrarlo
pero abrirlo de nuevo
y de repente
veo tu nombre
y leer el texto
aguantando apenasl
a respiración
y llegar temblando
a la última línea
a la última palabra
y no querer respirar
nunca más en la vida
y querer caer muerto
encima del teclado.

EN LA TUMBA DEL SOLDADO DESCONOCIDO (OSCAR HAHN)

Con qué alegría marchan los hombres a la guerra
Con qué entusiasmo limpian y cargan sus fusiles
Con qué fervor cantan sus himnos de combate
Con qué ansiedad toman su puesto en la trinchera
Con qué inquietud oyen el ruido de las bombas
Con qué insistencia silban las balas en el aire
Con qué lentitud corre la sangre por su frente
Con qué estupor miran sus ojos el vacío
Con qué rigidez yacen sus cuerpos en el barro
Con qué premura son arrojados en la fosa
Con qué rapidez son olvidados para siempre