Translate

sábado, 22 de septiembre de 2007

La vida interior - Alberto Moravia


Yo: Es cierto, sé quien eres, lo supe desde el principio. Pero también me gustaría saber lo que harás ahora, a partir del momento en que te has echado a andar hacia San Giovanni. Lo que pudiera modificar la idea que tengo de ti, iluminar un aspecto nuevo de tu persona.
Desideria: No es así. Ayer, como hoy y mañana, sólo puedo ser la que soy. Por eso, adiós.
Yo: Espera, no puedes marcharte así. Tu misma has reconocido que aún no has acabado.
Desideria: En Hiroshima, tras la exposición de la bomba atómica, quedó en un muro una huella de un cuerpo humano, de la misma forma que queda en la arena la marca de un pie; o sea, una sombra algo más oscura que el revoque, con una cabeza, un busto y piernas. El cuerpo que dejó aquella señal había sido devorado, aniquilado por la llama. Lo mismo ocurre conmigo. Tu imaginación me ha quemado, me ha consumido. Al final solo existiré en tu escritura como huella, como un personaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario